No hay ni «calma tensa» en Campo de las Naciones. La expresión manida de todas las vísperas de la «cumbres de los grandes» no tiene cabida en las calles urbanizadas más próximas al recinto ferial a pocas horas de que comience este miércoles una cumbre de la OTAN definida como histórica mucho antes de que las delegaciones de los países miembros e invitados empezaran a llegar a Madrid. «Pensábamos que nos iban a cerrar el parque, y ni eso. Así que bien. Han cortado un tramo de la M40 pero poco más. Hay menos coches y casi mejor», comenta Manuel Ortega, un vecino del barrio sentando en un banco cerca de la entrada del parque Juan Carlos I, a unos metros de la mirada de la estatua de Juan de Borbón que domina la glorieta desde donde sale la avenida que da acceso al recinto. «Hemos salido a correr esta mañana y tan tranquilos», asiente su mujer. Viven desde hace veinte años en una de las primeras construcciones residenciales que se abren espacio tras los edificios de oficinas que rodean el recinto y que lucen vacíos. «O no trabajan o teletrabajan», añade la señora.
Más que una tarde pre-cumbre, asemeja a una tarde de verano de domingo. O así parecen tomárselo los que viven aquí. «Lo único realmente es que hay mucha policía y el helicóptero dando vueltas todo el rato. En los días anteriores sí que había más controles», asegura otro vecino mientras se apresura a entrar al Corte Inglés, abierto como los restaurantes de los alrededores. A David Espejo, que tiene 18 años, en lo único que le ha afectado la cumbre es en que tendrá que pedir a sus padres que le acompañen en coche para llegar mejor a unas pruebas físicas para acceder a la carrera de Ciencia del Deporte que quiere estudiar. «Y a ver si no llegan anarquistas y la lían», añade. Dice que ha escuchado en las noticias que ya están en la capital. Quizá se refiera a la información circulada en las últimas horas de que la policía tiene identificados a un centenar de personas que formarían parte de los llamados Black Block, el grupo radical que desde los tiempos ya muy lejanos de las cumbres (y contra cumbres) de hace más de veinte años han sido siempre la amenaza más temida de estos grandes eventos. Hasta aquí han llegado menos en cambio los ecos del «No a la OTAN, bases fuera» que se oyó en la manifestación pacífica que reunió a miles de personas el domingo en el centro de Madrid.
Sobre el principal temor, la logística de los desplazamientos, los vecinos aseguran que el cierre de la parada de metro ha sido bien sustituido por los autobuses. Pero el cambio se nota en los detalles. En los autobuses, gratuitos para la ocasión, también van los agentes de la policía nacional que han llegado de refuerzo para garantizar la seguridad de la fortaleza en la que se ha convertido Ifema estos días. Desde la glorieta de Mar de Cristal, cerca del instituto donde la prensa acreditada recoge la tarjeta que le da acceso a la ciudadela blindada, salen los autobuses que llevan hasta el interior del recinto ferial, con dos agentes que viajan en el interior. Antes del ingreso otro agente inspecciona el bajo del vehículo que luego prosigue entre los blindados. Ya dentro, tras unos pasillos desiertos que en nada recuerdan el ambiente de las ferias o de otros eventos internacionales que se han celebrado aquí, como la Cumbre del Clima, el pabellón habilitado para la prensa es un bullicio de gente y de idiomas.
No está claro cuánto esta cercanía física al lugar de las cumbres se corresponda a una mayor posibilidad de acceso a la información que se cubre. Más cuando la agenda y los desplazamientos están limitados y las palabras, muy medidas. Pero nada más llegar al recinto la prensa internacional recibe la bienvenida de la Comunidad de Madrid: un abanico y una carta firmada de puño y letra por la presidenta Isabel Díaz Ayuso que invita a una copa de vino. «Bienvenido a la Comunidad de Madrid, donde disfrutarás del mejor estilo de vida del mundo», empieza el texto. Definitivamente, the place to be.
Sé el primero en comentar en «Tranquilidad alrededor de la ciudadela blindada de IfemaMariangela Paoneel junio 28, 2022 a las 8:28 pm»