«Pedimos al Gobierno que sea sensato, que no nos obligue a judicializar una cuestión que, por el puro sentido común que debería tener el Ejecutivo de España, debería llevarle a retirar el decreto [de medidas de ahorro y eficiencia energética] y a sentarse a dialogar», aseguró este martes, sobre las 13.30 de la tarde, el vicesecretario de Organización del Partido Popular, Miguel Tellado, durante una rueda de prensa en la sede nacional de la formación. Apenas pasaron unos minutos cuando la consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín, contradijo esa estrategia. En otra rueda de prensa, ella anunció la intención del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso de precisamente judicializar la polémica sobre las medidas de ahorro energético que entran en vigor este miércoles, a las 00.00 horas. El Ejecutivo regional las recurrirá ante el Tribunal Constitucional, tal y como intentó Vox en Castilla y León, aunque el PP allí, por ahora, no ha hecho caso a las presiones de su socio de extrema derecha.
Lo ocurrido este lunes evidencia una forma de actuar que se repite dentro del PP desde que hace cuatro meses Pablo Casado se viera obligado a dejar la Presidencia del partido, al perder el pulso interno con Ayuso. Ahora es la presidenta madrileña la que marca el paso al líder nacional, Alberto Núñez Feijóo. Y la dinámica se ha evidenciado, especialmente, ante el citado decreto de ahorro energético aprobado el lunes de la semana pasada por el Consejo de Ministros. Como quería Ayuso, todo el PP se ha acabado embarcando en una guerra total contra el Gobierno por esas medidas de ahorro, logrando centrar la atención mediática en pleno agosto. Y eso que el texto recoge algunas de las medidas que el propio Feijóo llegó a pedir hace dos semanas.
El líder del PP defendió que, en solidaridad con los socios de la UE, para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra y para reducir la dependencia del gas ruso debían adoptarse límites de temperatura de los aires acondicionados y las calefacciones. También apoyó reducir los alumbrados públicos por parte de los ayuntamientos. Pero nada más ser aprobado el texto por parte del Gobierno, Ayuso no solo contradijo al Ejecutivo sino también al propio líder de su partido, rechazando de plano todas esas medidas. «Por parte de la Comunidad de Madrid no se aplicará. Madrid no se apaga. Esto genera inseguridad y espanta el turismo y el consumo. Provoca oscuridad, pobreza y tristeza», tuiteó.
Entonces, la dirección nacional del PP de Feijóo se vio obligada a hacer equilibrios para no contradecir a una de las dirigentes autonómicas del partido con más peso político y la que ayudó al expresidente gallego a echar a Casado y liderar el principal partido de la oposición. Ningún presidente autonómico secundó a la presidenta madrileña en su llamamiento a la insumisión, lo que la obligó a recular y abogar por el recurso ante los tribunales confirmado este mismo lunes por la consejera Paloma Martín.
Los barones que junto con Ayuso ostentan un mayor poder político dentro del PP, los presidentes gallego, Alfonso Rueda, y andaluz, Juan Manuel Moreno, asumieron, en cambio, el real decreto. De hecho, el líder andaluz presumió durante su primera legislatura de haber ahorrado mucho dinero con el plan de eficiencia energética que impuso en la Junta su consejero de Hacienda, Juan Bravo, que básicamente consistió en reclamar que las luces se apagaran en los edificios públicos vacíos. Justo lo que establece el decreto del Gobierno. Ahora Bravo es el principal asesor económico de Feijóo.
Ante este panorama, el líder de los populares tuvo que adoptar, una vez más, un doble discurso que desdibuja la imagen de moderación que trata de encabezar desde su llegada al frente del PP. La semana pasada, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, calificó a Pedro Sánchez de “egoísta”, “insolidario” y “ególatra”. Pero, a diferencia de Ayuso, ella se quejó de las formas con las que se ha aprobado el real decreto ley, y no de las medidas en sí: “A la gente cuando se le imponen las cosas, evidentemente se rebela”. En realidad, el Gobierno mantuvo encuentros con los gobiernos autonómicos y los grupos parlamentarios antes de aprobar el decreto, tal y como contó este fin de semana el diario El Español y ha confirmado el Ejecutivo este lunes.
Con todo, el PP ha pasado en unas semanas por todos los escenarios posibles en materia de ahorro energético, desde el rechazo a la insumisión, pasando por el abanderamiento de las medidas, la petición al Gobierno de distintas reuniones o las críticas a su ineficacia. Este lunes, Tellado pidió finalmente la retirada del decreto ley y la convocatoria de una Conferencia de Presidentes para abordar uno nuevo, también en materia de eficiencia energética. Y la Comunidad de Madrid replicó que “ante la cerrazón” del Ejecutivo y “su no rectificación”, el Ejecutivo regional anunciaba «la presentación de un recurso de inconstitucionalidad, porque se están poniendo en cuestión competencias que son propias”.
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica resumió este mismo lunes esta dinámica instalada en el PP, con las siguientes palabras: «Nos sorprendió que casi antes de que acabara la rueda de prensa hubiera una presidenta de una comunidad autónoma [en alusión a Ayuso] diciendo que no se apaga, que no se apagan las luces de la calle. De hecho, habló antes probablemente de poder entender que no había ningún tipo de limitación. Y nos ha sorprendido que, a lo largo de la semana, el discurso haya ido variando. Primero es ‘no se apaga’, luego ‘cumplimos, pero no tanto’, luego ‘pedimos la retirada’, luego ‘queremos una reunión técnica’, luego ‘queremos una reunión de ministros’, y ‘luego queremos una reunión de presidentes’. No creo que eso ayude a tranquilizar nada».
Ante la petición de retirada de la dirección del PP, Ribera zanjó: «El decreto ley está en vigor y algunas de las medidas se empiezan a aplicar a partir del miércoles. Un aplazamiento supone un nuevo real decreto ley y, en efecto, no va a haber ningún tipo de aplazamiento».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó, por su parte, al PP de hacer una oposición «destructiva, que bloquea y negacionista» por su petición de retirada del plan de ahorro energético. «Pediría al PP unidad, responsabilidad y solidaridad» para que apoye el decreto, dijo Sánchez este lunes, desde Lanzarote, donde se encuentra pasando unos días de vacaciones aunque comenzó la semana reuniéndose con el presidente canario, Ángel Víctor Torres.
Sánchez, además, también recordó que «el Gobierno ha estado en contacto con las comunidades autónomas y los grupos parlamentarios antes de la aprobación» del real decreto ley, e hizo mención a la conferencia sectorial celebrada este lunes entre el Ejecutivo y las autonomías. «Yo le pediría al PP unidad, responsabilidad y solidaridad», insistió. «Entiendo que es predicar en el desierto porque llevamos dos años en los que no hemos visto esa responsabilidad. Estamos viendo la oposición de siempre destructiva, que bloquea, negacionista», denunció. En la misma línea, la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, acusó al PP de «trabajar contra su país» y de carecer del «menor compromiso demócratico» ante unas medidas de ahorro «imprescindibles para afrontar las consecuencias de la guerra y muy sensatas en la lucha contra la emergencia climática».
Ante cualquier intento de insurrección de las autonomías del PP, Sánchez quiso dejar dejar claro que «las leyes se cumplen» y que «eso es lo que tienen que hacer todas las comunidades autónomas».
Sé el primero en comentar en «Ayuso arrastra a Feijóo a una guerra total contra el Gobierno por las medidas de ahorro energéticoIñigo Adurizel agosto 8, 2022 a las 8:32 pm»