El fin de este curso político no ha podido ser peor y más accidentado para Vox. El partido de extrema derecha echa la persiana después de ver cómo sufre un notable declive en las encuestas y, a la vez, intentando digerir la inesperada noticia de que Macarena Olona deja la política «por razones médicas», según la versión de la propia diputada. Su presidente, Santiago Abascal, ha decidido no dar la cara para hacer balance político antes de marcharse de vacaciones, y se ha decantado por lanzar un vídeo enlatado con un mensaje solemne a todos los españoles.
El ultimo CIS, así como otras encuestas, arrojan datos preocupantes para los de Abascal. Según este sondeo, Vox ha pasado de dispararse hasta el 16,5% en los dos últimos barómetros a dejarse cuatro puntos y medio en tan solo un mes. Ahora mismo, el partido obtendría el 12% de los votos, tres menos que en las elecciones de 2019, y una de sus peores estimaciones del CIS. Además, el propio Abascal repite una vez más como líder político peor valorado con una nota de 2,78.
Según la encuesta de Simple Lógica para elDiario.es, Vox ha caído cinco puntos y medio desde hace solo un mes, después de haber alcanzado el 19,6% en junio. Además, sus votantes han dejado de ser los más fieles. Ahora mismo, la formación de extrema derecha obtendría peores resultados que en las generales de 2019.
Los pobres resultados conseguidos por Olona en Andalucía el 19J ya habían desatado las alarmas internas. Allí sus aspiraciones eran formar parte del Gobierno y que la diputada por Granada, que dejó a regañadientes su área de confort en el Congreso para concurrir a esas autonómicas, se convirtiera en vicepresidenta del Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla en una operación similar a la que habían logrado cerrar poco antes en Castilla y León con el PP de Alfonso Fernández Mañueco.
La realidad es que mientras en Castilla y León Vox lograba rentabilizar la caída en picado de Ciudadanos, cuyo electorado prefirió apoyar la marca de extrema derecha antes que la de un PP muy desgastado tras más de tres décadas gobernando, ese efecto no cuajó en Andalucía, donde el anunciado «Macarenazo» significó sumar tan solo dos diputados más de los 12 que tenía, sin poder entrar a gobernar en la Junta, como Olona aspiraba, debido a la mayoría absoluta alcanzada por el PP.
La sopresiva marcha de Olona, que ha trasladado su intención de reincorporarse en cuanto pueda a su antigua labor como abogada del Estado, ha causado una enorme sorpresa e impresión entre sus compañeros de partido, que en su gran mayoría se han enterado de la noticia al leer el comunicado que ella misma subía a las redes. “Conseguí concluir la pasada campaña electoral andaluza, y quiero agradecer el esfuerzo de todo el partido para hacerlo posible, adaptándose a mis necesidades, protegiendo mi intimidad. Creía que bastaría con mi sola voluntad, pero la salud no entiende de compromisos, y ahora debo afrontar un importante reto personal, por prescripción médica, incompatible con la exposición mediática y la entrega que Andalucía merece y exigiría, en mi nueva responsabilidad”, desvela en su despedida.
Poco después de conocerse la noticia, Santiago Abascal le dedicaba unas cariñosas palabras desde su perfil de Twitter. “Solo puedo tener palabras de gratitud para Macarena Olona. Estoy seguro de que el gran servicio que ha prestado a Vox y a España no es nada al lado del que prestará en el futuro. En esta casa, que es la suya, siempre tendrá las puertas abiertas. Hasta siempre”. También otros dirigentes, no solo de Vox sino de varios partidos rivales -entre ellos, el propio Moreno Bonilla- le fueron lanzando mensajes para despedirla y desearle suerte.
Lo cierto es que pocos conocen cuáles son esas «razones de salud» que le obligan a retirarse. Los únicos comentarios que han realizado algunas de las personas de su partido con las que esta redacción ha podido hablar es que últimamente la veían “muy delgada”. Pero no era ningún secreto que sus relaciones con algunos dirigentes de la cúpula del partido no eran buenas. En la campaña andaluza demostró que prefería ir por libre.
Su candidatura a la Junta de Andalucía, que se cerró en el último momento y con poco entusiasmo por su parte, se vio desde el principio rodeada de polémica al tener que empadronarse en Salobreña (Granada) para poder concurrir a esas autonómicas. Fue acusada entonces de ser una ‘paracaidista’, de no haber pisado la citada localidad costera granaína, de ir como candidata a rastras, y de desconocer los problemas reales de los andaluces, pese a tener un escaño por la cincunscripción de Granada. Tras sus flojos resultados enseguida comenzó a rumorearse que tiraría pronto la toalla.
Sin embargo, Olona se defendió y dejó dicho en diversas ocasiones que su compromiso con Andalucía era “total y absoluto” y que pensaba mantenerse en su escaño autonómico. Una afirmación que reiteró cuando se publicó que Abascal le habría prometido recuperarla para que volviera a la política nacional en las próximas elecciones generales. Olona insistió en que no era cierto y dijo que sus planes eran volcarse en su nuevo trabajo en Andalucía para ejercer una férrea oposición tanto al nuevo Gobierno del PP como también al PSOE. También negó estar preparando una operación para ser designada senadora de Vox por el Parlamento andaluz, un cargo que ha recaído en la cordobesa María José Rodríguez de Millán.
Olona fue nombrada portavoz de su grupo parlamentario andaluz y se vio obligada a dejar su acta de diputada en el Congreso ya que ambas labores, por ley, son incompatibles.
Aunque en campaña había asegurado que su grupo no iba a abstenerse en la investidura de Moreno Bonilla, al final cambió de opinión y la semana pasada, durante ese debate, Vox decidió hacerlo mientras Olona tendía la mano al Jefe del Ejecutivo para ayudarle, con la condición de que se alejara de la izquierda.
Esa no fue su última aparición pública. Olona atendía a los periodistas este mismo miércoles para criticar a los dirigentes del PSOE por defender a Chaves y a Griñán tras el fallo del Tribunal Supremo sobre la sentencia del caso de los ERE, y opinar que a sus compañeros «solo les ha faltado calificar a los dos expresidente de la Junta de Robin Hood». Dos días después anunciaba su retirada y su deseo de volver a ejercer su profesión como abogada del Estado, causando un gran desconcierto.
La negativa experiencia en Andalucía ha hecho reflexionar a la cúpula del partido que ha decidido acelerar los tiempos y no esperar hasta el último momento, como ha hecho hasta ahora, para la proclamación de candidatos de cara a la doble cita municipal y autonómica. Sus nombres se conocerán meses antes para que les dé tiempo a hacer una larga precampaña. Así lo anunció Abascal en una entrevista en el programa Es la Mañana de Federico, de EsRadio, donde reconoció que ese cambio de estrategia era mejor porque así los candidatos «tendrán tiempo de darse a conocer y hacer campaña». Como Vox ha suspendido las primarias, será el propio Abascal el que antes de finales de año propondrá los nombres de los cabeza de cartel al Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Ante este nuevo y poco halagüeño panorama, Abascal decidía esta semana no convocar una rueda de prensa para someterse a las preguntas de los periodistas, y el pasado lunes, día de Santiago Apostol, su onomástica y festivo por ser el patrono de España, subía un triunfalista vídeo a las redes sociales en el que hacía su particular balance del curso político con una puesta en escena que parece emular a los discursos institucionales del mismísimo rey o del presidente de una alta institución del Estado. Sentado en su despacho de la sede nacional de Vox, con la bandera de España de fondo, el líder de Vox se dirige en tono solemne a los españoles y durante cerca de ocho minutos va desgranando lo hecho en estos meses por su partido y adelantando las leyes que piensa «derogar sin contemplaciones» cuando tenga «mayoría suficiente» para gobernar España, una ambición que está convencido de que más pronto que tarde llegará a convertirse en realidad. En su diana está la conocida como la ley Trans y la de Memoria Democrática, dos normativas «liberticidas» que en cuanto estén definitivamente aprobadas por Las Cortes, ha adelantado que las recurrirá ante «las instancias pertinentes» y, luego, las «derogará».
En su alocución, Abascal se dirige a los españoles para lamentar que «aunque algunos intenten ocultarlo con su burda propaganda, la situación que aborda la mayoría social de nuestro país es realmente dramática». «Los españoles no llegan a fin de mes», dice preocupado. Y el panorama que pinta a continuación es desolador: «Expolio fiscal que sufren fundamentalmente las clases medias y populares»; «degradación de los barrios»; «inseguridad en las calles»; «despoblación»; «crisis del sector primario», o «desindustrialización», asegurando que toda esta situación «no es fruto de la casualidad, hay culpables»: Sánchez y sus socios. «Los españoles sufren un Gobierno ajeno a sus preocupaciones cotidianas», sentencia, achacando también la culpa «a los medios de comunicación y a los sindicatos comprados, la patronal, los lobbies energéticos y algunos bancos». Después, hace un repaso de todos los recursos que ha presentado su partido contra algunas de las medidas del Gobierno, como los decretos de los estados de alarma en la pandemia, o «contra la ley que prohíbe rezar en las cercanías de los centros abortivos».
El líder de Vox no se olvida de Castilla y León, donde han cerrado un Gobierno de coalición con el PP y donde dice que en estos pocos meses han conseguido ya muchas mejoras para la ciudadanía. Sin embargo, pasa de puntilla sobre Andalucía, dado que allí el ‘macarenazo’ que tanto proclamaron se tradujo al final en la pérdida de cerca de 400.000 votos respecto a las elecciones generales del 10N de 2019.
En su despedida de curso el líder de Vox avisa de que van a seguir «dando la batalla» en todos aquellos lugares en los que esté amenazada «la libertad, la unidad nacional y la prosperidad» mientras se jacta de que su partido ha actuado «como la única y verdadera oposición» frente al Gobierno de Sánchez, denunciado sus políticas como las que abren la puerta a la inmigración ilegal.
Consciente de que su destino queda ligado al del PP -el único partido con el que va a poder pactar-, Abascal tendía la semana pasada la mano a Alberto Núñez Feijóo y le emplazaba a celebrar una reunión para hablar de la posibilidad de unir sus fuerzas y “ofrecer una alternativa real al sanchismo» y “no un simple relevo” tras las próximas elecciones generales.
Según reconoció en otra entrevista, esta vez en El programa de Ana Rosa, de Telecinco, aún no ha cruzado palabra con el nuevo líder del PP, a pesar de que Feijóo acudió presencialmente al Congreso el día del debate sobre el estado de la Nación -en el que no pudo intervenir al no ser diputado-, pero ha insistido en que él está dispuesto a cerrar un encuentro “cuando a Feijóo le parezca”.
“Lo importante es que cuando los españoles voten, sepan que hay gente dispuesta a ofrecer una alternativa, no un simple relevo, y creo que es de eso de lo que nosotros tendremos que hablar en el futuro, y de cuáles son las cosas que se van a cambiar en España”, señaló Abascal, quien ya había dejado dicho: «Yo no quiero confundir a la gente. Quiero que el PP sea claro a la hora de derogar la legislación de la izquierda».
Lo que está por ver es hasta dónde está dispuesto a llegar el nuevo líder del PP en esos posibles pactos con él y en la derogación de lo que el jefe de la extrema derecha llama la «porquería legislativa extremista».
Sé el primero en comentar en «Vox se desinfla en las encuestas con su líder desaparecido y Olona en retiradaCarmen Moragael julio 30, 2022 a las 8:31 pm»