Me ha emocionado la imagen del guardia civil José Reina Barriga -soy biznieto del cuerpo por parte de agūela materna-. José fue un servidor público nacido en Setenil de las Bodegas que se mantuvo fiel a la República y por eso fue fusilado un 19 de septiembre de 1936. Honor a los guardias civiles y policías leales al orden constitucional olvidados. Gran labor de Restaurando su dignidad, la de todos.
Algunas cosas han cambiado en Andalucía, y espero que cambien más, hay que ser optimista. El guardia civil Juan Antonio Delgado ha recordado en uno de sus actos de campaña que fue el primer guardia civil que entró democráticamente en el Parlamento, es decir, no pistola en mano por orden de los manijeros del orden reaccionario para derrocar el orden democrático. Entró por la orden democrática de su pueblo. Delgado será un andaluz más en el Parlamento de Andalucía, un guardia civil por la democracia y por Andalucía, no es poco. Lo conozco personalmente de cuando apatrullaba para protegernos y para defender los derechos democráticos de sus compañeros; será un lujo para el Parlamento. Esto no acaba de digerirlo la derecha señoritona que presume de ser propietaria hasta de la Guardia Civil.
Pedro Sánchez ha estado en Málaga. No se esconde, exhibe sus músculos, sus logros y los pone a disposición de su candidato, Juan Espadas. La afluencia de mucha gente a sus mítines anima y da esperanzas a los socialistas. El sanchismo no rebozaba entusiasmo y se abstuvo en las últimas elecciones. Ahora que no está Susana Díaz, la dirigencia confía en que se animen. Afluencia, mucha, frente a las encuestas que, por cierto, parece que titubean.
Alberto Núñez Feijóo va detrás, con algo de retraso (ha estado encapsulado dos horas, cosas del AVE apulgaradado de Andalucía, señores de Adif). Trata de negar todo de lo que presume Sánchez, pero se está el hombre amarianando entre errores en sus datos económicos y sus retruécanos. Pronto empieza.
Empieza el relato de a ver qué pasa. Aún no hemos metido el gol, dice Feijóo. Tiene razón. Pero en política, como en el fútbol -en antropología decimos que es una metáfora de la guerra-, en los córners hay también empujones, patadas, agarrones, penales varios, goles fantasma y un comité de disciplina poseído. El árbitro puede mirar para otro lado y la prensa hooligang decir que ha sido gol, aunque lo niegue el VAR y todo el respetable. La política también tiene sus florentinos.
La campaña ni esconde ni descubre los problemas que tenemos en Andalucía con la inmigración. Incendios, otra vez, ahora en las miserables chabolas de Palos de la Frontera. Nico Castellano, periodista de la SER, un hombre comprometido, curtido en mil infiernos y miserias por el mundo, no da crédito a lo que ha visto en nuestros pueblos. Ha estado en esa Huelva que dicen que se ha hecho de Vox.
No es que en estos pueblos no quieran inmigrantes, es que no quieren que tengan derechos. Quieren que sean esclavos al albur de los nuevos caciques. El campo no es que haya dejado de ser de izquierda, es que algunos, hasta ahora asolapados, han decidido ponerse abiertamente detrás de unas siglas, sacan pecho, siguen siendo lo mismo: explotadores y racistas. Lo de las escopetas es una excusa indefendible. Son el verdadero problema, la crispación, la tensión, el incendio social, violencia simbólica y real, imposible en nuestros pueblos porque el campo no tiene mano de obra y tiene que venir de fuera, con derechos y bien pagados. Los nuevos caciques ya lo eran antes de que irrumpieran las siglas de Vox, ante la indiferencia de los partidos y sindicatos del campo. No hicieron caso de lo que se venía y ahora parecen desconcertados.
Teresa Rodríguez tiene razón, hay que perderle el miedo a la extrema derecha. Hay que hacerle frente, no son serios, son una risión. Habrá que ir a votar con una sonrisa guasona en los labios. Qué pena y risa de gente. Son peligrosos, sí, pero por oportunistas, lacayos, obedientes a sus señoritos, nada nuevo: simples e inestables. No saben de más de un folio, si acaso. Ni un paso atrás. Son además una vergüenza. Cádiz, qué dirían los brillantes marinos de Cádiz, Cervera y Topete, Ruiz de Apodaca, Bustillo Gómez de Barreda de sus conmilitones de Vox. Qué pensarían el almirante Ulloa, Gravina o Malaspina de tamaña carcunda antipatriótica y chusca.
Sé el primero en comentar en «Corrientes por debajo de la campañaJavier Arocael junio 12, 2022 a las 7:09 pm»