
Inauguró su camino de posverdad el mismo día de la riada a las 23.03: «El 112 no está colapsado», dijo, mientras miles de ciudadanos no podían contactar. Luego llegó la «comida privada de trabajo» el «hecho fáctico» de las 20.28 o «me he reunido con las víctimas». Todo ello, con la complicidad de sus colaboradores, la periodista con la que comió o el silencio del equipo de seguridad
‘¿Dónde estaba Mazón?’: – El documental de elDiario.es que investiga la gran incógnita del día de la dana
En el coche oficial, de camino al Cecopi, Carlos Mazón fue consciente de que había cometido un error garrafal y de que había menospreciado todas las señales. Había muertos, seguramente muchos. Pese a los avisos y llamadas desde las siete de la mañana, acababa de despertar de golpe a la magnitud real de la DANA, después de que su amigo Javier Sendra le hubiera descrito por teléfono, a las 19.34, que estaba viendo un tsunami de barro que se había llevado por delante una sede del Metro de València. Ahí decidió acudir al Palau de la Generalitat, desde donde estuviera, y dirigirse al centro de Emergencias de l’Eliana.
A la misma hora en la que Mazón abrió los ojos tras su ‘tarde libre’ y puso rumbo al centro de mando, sobre las ocho de la tarde, las redes sociales y los periodistas de València –con el liderazgo de la televisión autonómica, À Punt– llevaban horas mostrando imágenes catastróficas y personas desesperadas, muchas ya sin agua, ni comida, ni luz, ni teléfono, ni asistencia. Ese mismo día, el 29 de octubre de 2024, Mazón inauguró un camino imposible de mentiras y medias verdades para darse una coartada.
En su “autoficción”, como lo describió la jueza Nuria Ruiz Tobarra, ha querido dibujarse como un president de comida, pero pendiente de la emergencia (para salvar la cara política), pero que no intervino en nada (para salvar la cara judicial). En ese camino de engaños le sigue acompañando un equipo muy cercano que ha decidido callar o ayudar a dar coartada para salvar al president.
“El 112 no está colapsado”, pese a que daba error
A las nueve de la noche del 29-O, emisoras públicas y privadas de radio recogían testimonios de gente que pedía auxilio o buscaba a su hija, a su padre, a su marido. Llamaban a las radios y a las teles porque el teléfono 112 no respondía, no daba señal, se cortaba o comunicaba. Mazón inauguró esa misma noche su estrategia de la huida hacia adelante, la confusión y la desinformación. Lo hizo colgando un tuit a las 23.03 h. Aunque la realidad de centenares de personas era que no podían contactar con el teléfono de emergencias desde hacía horas, el president mantenía que funcionaba y daba, como alternativa, empecinarse en el error mientras esos ciudadanos sabían que su hijo estaba en el techo de un coche a la deriva o su hermana agarrada a una farola: “El 112 no está colapsado. Si no conseguís contactar a la primera, insistid. Por favor, no difundáis bulos: el 112 no ha caído”. En la declaración ante la jueza, algunos familiares de fallecidos y testigos relataron su desesperación por no poder contactar con ese teléfono y se ha revelado que el 42% de las llamadas quedaron sin atender por problemas técnicos.
También dijo en su primera comparecencia pública, a las 21.30 televisada por À Punt, que los servicios de rescate estaban listos y coordinados, que llegarían “en cuanto el acceso sea posible”. Sin embargo, Carlos Mazón acababa de pedir a la ministra de Defensa que la UME que estuviera en “prealerta”, como admitió en esa misma comparecencia, y sabía que no podían haber llegado ni haberse desplegado –a las tres de la tarde se había pedido para Utiel, pero no para la provincia–. En su comparecencia de las 00.35 añadió que si había personas esperando rescate, que tuvieran claro que si no se llegaba era por los accesos “no por falta de medios”. Los días siguientes se evidenció que no había suficientes efectivos ni logística solicitada para atender la magnitud de la tragedia y que se había tardado demasiado solicitar al Ejército, con cuentagotas al inicio. De hecho, en los días posteriores se desestimaron efectivos ofertados por otras comunidades autónomas, como dos helicópteros que había mandado la Junta de Andalucía y que se tuvieron que dar la vuelta porque no se les asignó ninguna misión.
“Una comida privada de trabajo” de cuatro horas
La segunda mentira tardó diez días en destaparse y es la que, a día de hoy, le persigue sin que haya sido del todo aclarada. Cuando los ciudadanos vieron las comparecencias del president esa noche desde el Cecopi, se dio por hecho que había estado allí. Para responder a la pregunta de por qué el mensaje sonó cuando la gente estaba ya desesperada o muerta, los periodistas empezamos a llamar a testigos de ese Cecopi, para reconstruir esa tarde y esa noche. “¿Y Mazón… qué decía?”. “Pues es que Mazón no estaba, vamos, yo no lo vi por allí hasta pasadas las siete, seguro”. Cuando empezó a saberse que no había estado en la reunión del Cecopi, los responsables de prensa del Palau dieron respuestas evasivas. Si no estaba en el lugar más relevante ese día, ¿dónde estaba? “Trabajando”. Desde mediodía no tenía nada publicado en la agenda. ¿Dónde estuvo desde las tres, cuando acabó su última reunión? “Estaba comiendo, como hace la gente a esa hora, ¿o es que tú no comes?”.
Esa primera explicación-cerrojazo se convirtió horas después en una “comida privada” de la que no se quiso dar más detalle. El 7 de noviembre era “una comida de trabajo”, para pasar a convertirse en “una comida privada de trabajo”. Sus cercanos se afanaban en medio de la catástrofe a perimetrar el escándalo que afectaba al número uno e intentaban frenar la información que iba a hacer estallar la indignación. Mientras, la comunicación de la emergencia era un caos y ni siquiera se había designado un portavoz.

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana en un acto anterior a la comida en El Ventorro.
En un intento de salvarle, fuentes cercanas al president –sus más fieles son el jefe de Gabinete, José Manuel Cuenca, con el que vive, y el secretario autonómico Santiago Lumbreras– le dijeron a la Cadena Ser que Mazón había estado comiendo ese día con el presidente de la patronal valenciana, Salvador Navarro, que salió veloz e indignado a desmentir la coartada. Él no había comido con el president, la última vez que lo vio eran las 14.45, cuando salió apresurado y a pie del Palau a “una comida”. Salvador Navarro acaba de renunciar a su reelección al frente de la patronal valenciana tras varios meses con Mazón en contra, que le ha recortado las subvenciones a su organización.
Pese a los intentos de los suyos de mentir o utilizar servicios públicos para cubrirle, el clamor se había trasladado también a los medios nacionales. Silvia Intxaurrondo, Ferreras, Ana Rosa o Susana Griso empezaban a preguntar lo mismo en sus mesas de debate. ¿Dónde había estado el president? Forzados por la opinión pública, en el Palau filtraron el 8 de noviembre la identidad del comensal a El Español de Pedro J. Ramírez: “Carlos Mazón almorzó el 29-O con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle la dirección del canal À Punt”. A los meses se supo que la propia Vilaplana había pedido a Mazón que no la “metiera en un lío”, un deseo que el president pudo mantener durante diez días. El tique del Ventorro no ha salido a la luz porque, cuando la oposición lo reclamó, Mazón hizo un quiebro y aseguró que estaba en el Ventorro como presidente del PP y no como president de la Comunitat Valenciana, lo que le habría obligado a ser más transparente. El PP nacional tampoco ha facilitado el recibo. El personal de El Ventorro tampoco ha querido hablar.
“Llovía y había atasco”, pero ni llovía ni había atasco
La primera comparecencia de Mazón en Les Corts fue el 15 de noviembre y el PP de Feijóo fio su apoyo a que pidiera perdón y dejara la puerta abierta a dimitir. Lo primero no lo hizo con claridad. Lo segundo, con la boca muy pequeña y hablando de las siguientes elecciones (Génova lo acusó en corrillos de periodistas de haberles engañado, aunque sigue manteniéndolo).
Mazón sí aprovecho la tribuna de oradores para justificar su tardía llegada al Cecopi por primera vez. En ese momento, se suponía que el president había sido pasadas las siete de la tarde: “No fue fácil el viaje. El mal tiempo, como es normal en estas situaciones, produjo gran densidad de tráfico y alargó el trayecto hasta que llegué a la l’Eliana”. Tal y como publicó elDiario.es después de consultar los datos de la Conselleria de Transportes, la DGT y los registros de Aemet, en el recorrido que va del Palau a L’Eliana, el 29 de octubre por la tarde no llovió ni hubo una densidad de tráfico distinta a la habitual. Cuando se le preguntó por esta mentira, respondió: “Es un poco cansino ya todo esto”, ¿no?“.
“El president llegó a las 6 al despacho”
Para intentar justificar la ausencia del líder y tras conocerse su comida y larga sobremesa, los servicios de prensa de la Generalitat –pagados por todos los valencianos, pero al servicio de la coartada del president estos días– hicieron un comunicado por escrito para enviar a los periodistas. Antes de la comida, “el presidente ya había recibido toda la información que había hasta ese momento de la evolución de la DANA por parte de la consellera Salomé Pradas”. Por el registro de llamadas del president y de Salomé Pradas se sabe que eso también es mentira, ya que la primera vez que hablaron fue a las 17.37.
El comunicado seguía diciendo que “llegó a las 18 horas al Palau de la Generalitat”, algo que encajaba con la cronología que había dado hasta el momento la periodista Maribel Vilaplana y que luego desmintió ella misma, en una carta abierta casi un año después de la tragedia. En esa misiva pública, del 5 de septiembre de 2025, Vilaplana revelaba que en realidad habían salido del restaurante entre las 18.30 y las 18.45 horas, en un nuevo giro de tuerca en el registro horario del president. No sería la última mentira en las cronologías aportadas por ambas partes.

La Generalitat filtró esta imagen, que muestra que Mazón habría llegado al Cecopi a las 20:28
El hecho fáctico: “Llegué al Cecopi a las 20.28”
Cuatro meses después de la tragedia, el 26 de febrero de 2025, con la jueza de la DANA haciendo ya su investigación, Mazón ya no quiere aparentar que fue responsable ese día. Aprovecha una improvisada comparecencia para decir que llegó el último al Cecopi, con la alerta SMS ya enviada, a las “20.28 h”, lo que se interpreta como un intento de apartarse de la responsabilidad de la toma de decisiones el 29 de octubre con la vista puesta en que no le salpique la instrucción judicial. Tantas ganas tenía de dejar claro que no había participado en nada, que desde la propia Generalitat se filtró la famosa foto de Mazón entrando al edificio de Emergencias y saludando. Preguntado por un periodista por el cambio de versión, Mazón dijo: “No entiendo lo del cambio de versión cuando, evidentemente, las 20:28 es después de las 19:30, es un hecho fáctico. ¿Cuándo he mentido?”.
“Del Ventorro fui a mi despacho a trabajar”
Pero en ese momento todavía queda un agujero negro en la agenda de Mazón: qué hizo y dónde está desde las 18.45, cuando supuestamente acaba la comida del Ventorro, a las 19.34, que habla con Sendra y prepara su salida hacia el Cecopi. El president había insistido siempre en que fue del Ventorro a su despacho, incluso en una de las entrevistas del 9 d’octubre da el recorrido aprendido, calle a calle, desde el Ventorro hasta el Palau: “de la calle Bonaire a la calle la Paz. De la calle de La Paz se pasa a la plaza de la Reina, a la plaza de la Virgen y a la calle Caballeros”. En su teléfono, en ese lapso de tiempo, no hay actividad, no habla con nadie, pese a que son las horas clave. ¿Estaba en su despacho “puntualmente informado” sin hablar con nadie? ¿Estaba en su despacho como aseguró hasta el día 24 de octubre?
Pasó por un parking, y llegó una hora más tarde al Palau
Una información publicada por elDiario.es el pasado viernes reveló que Mazón llegó en realidad una hora más tarde al Palau de lo que había dicho. Su entrada a la sede del gobierno valenciano se sitúa a las ocho de la tarde. Además, un segundo testigo asegura a este medio que entró al edificio cambiado de ropa, con el suéter amarillo con el que se le vio en el Cecopi y no con el traje con el que había salido a la comida del Ventorro. Ante la evidencia de que la última coartada del president también es mentira y no encajan las horas, este domingo, fuentes oficiales han asegurado que, al salir del Ventorro dio un rodeo y ni siquiera se fue directo al Palau como había contado, sino que acompañó a la periodista a su parking, algo que ella misma ha confirmado. Sobre la hora de llegada al Palau, sus más cercanos no han desmentido la información de elDiario.es, avalada también por otra información de El País. Aun así, queda media hora oscura en su agenda que siguen sin explicar, entre las 19 horas aproximadamente cuando se despediría en el parking y las 20 horas de su llegada a la sede de la Generalitat.

El presunto recorrido de Mazón en la tarde de la dana
El “apagón informativo” que la jueza ha desmontado
Mientras hacía malabarismos para que encajaran sus movimientos aquella fatídica tarde y para darle apariencia laboral, una tarea en la que la propia Vilaplana ha colaborado, Mazón tenía que defender que tampoco su equipo de gobierno hubiera protegido a la población pese a las evidencias: À Punt estaba televisando el caos desde las 7 de la mañana, la Aemet había emitido un aviso rojo, la Confederación de Júcar había enviado centenares de correos y Emergencias, dependiente de él, había decretado dos alertas hidrológicas.
Entonces optó por dar la explicación de que todo lo que había sucedido había sido imprevisible: en una entrevista con Antena 3 aseguró que había dispuesto de toda la información en los momentos clave de toma de decisiones, pero que hubo un cambio brusco: “La revolución meteorológica que se produjo a las seis de la tarde nos las iban trasladando desde Confederación y de AEMET, que fueron cambiando las previsiones, por eso las previsiones que dimos a primera hora no preveían esa revolución meteorológica que vino después”.
Pero el salvavidas no era suficiente. El 112, gestionado por la Generalitat, tenía 19.000 llamadas de auxilio registradas desde la mañana, en La Ribera había muertos antes de mediodía, en Utiel estaban devastados desde las dos de la tarde. Esa supuesta revolución venía avisando durante horas, así que el president da un giro y comienza la estrategia del “apagón informativo” de las agencias que dependen del Gobierno, una teoría que la jueza instructora desmontó en marzo en un auto demoledor: El “mando único de la emergencia” correspondía exclusivamente al Consell. La DANA no fue un “fenómeno meteorológico imprevisto”, ya que la Aemet avisó con tres días de antelación y la Universitat de València acordó “afortunadamente” la suspensión de las clases el día anterior. No se produjo el tantas veces aducido “apagón informativo” por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Tampoco se necesitaba el “asentimiento o conformidad” de los participantes en la tardía reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) para lanzar la alerta masiva a los móviles. Por el contrario, hubo una “inactividad patente de la Administración autonómica” que podría constituir una “negligencia” que propició 229 fallecimientos por causas que no resultan “explicables”, zanjaba.
“Me he reunido con las víctimas”
Otro punto negro en la biografía del desastre es la relación de la Generalitat Valenciana con las víctimas de la DANA. Durante meses no convocó a las asociaciones principales que aglutinan a la mayoría de ellas. Vox, el partido que apoya a Mazón y bloquea su cese, dijo que no eran “afectadas sino interesadas”, sugiriendo que su razón de ser era hacer política, declaraciones que ni Mazón ni nadie cercano a él deslegitimaron, sino que les dieron aire.
Presionado por el hecho de que las asociaciones de víctimas se hubieran reunido con Pedro Sánchez o la líder del PP europeo, Ursula Von der Leyen, sumado a que no pudo ni asomarse a las Fallas, hizo que improvisara una reunión con un par de familiares que estaban a las puertas del Palau y a las que invitó a entrar de manera sorpresiva un día cualquiera. “Las puertas han estado, están y van a seguir estando abiertas permanentemente”, dijo en mayo. De hecho, aseguró haberse “reunido” con víctimas, pero sin informar a los medios, algo que la mayoría ha negado. “A alguna asociación en particular les escuché en alguna ocasión decir que no se querían reunir conmigo y yo lo he respetado. Luego escuché que no era tan así, sino que les faltaba una llamada mía”. Las familias de los dos desaparecidos tampoco han recibido una llamada del president o algún cargo de la Generalitat para ofrecerles ayuda o apoyo, algo que sí hizo al inicio la delegada de Gobierno.
“Llamó a varios alcaldes”, pero no están en su listado de llamadas
Cuando acechaban las críticas más afiladas por haberse desconectado del cargo el día de la DANA, Mazón y su entorno en Presidencia aseguraron que había hablado con varios alcaldes esa tarde. El Partido Socialista pidió en Les Corts una copia de las comunicaciones del president, que no se entregó alegando que no eran reproducibles, aunque siempre se mantuvo que esas llamadas a alcaldes se habían hecho. El listado elaborado y aportado por el propio Carlos Mazón ahora desvela que solo aparece una llamada a un alcalde: el de Cullera, el socialista Jordi Mayor, que en su día ya desveló que esa llamada se la hizo el president sin interesarse por nada de las lluvias ni hablar de la DANA: “No sé en qué estado estaba el president, pero no era un estado de alerta”.
En el listado de llamadas que dio en el Ritz de Madrid eludió dar toda la información y obvió, por ejemplo, la llamada que había hecho a Salomé Pradas a las 20.11, un minuto antes del envío de la alerta. Ahora, la jueza acaba de pedir el listado de llamadas para cotejarlo con lo que sucedió en el Cecopi e investigar si Mazón intervino en la redacción o envío del mensaje, lo cual empieza a estrechar el cerco al president.
Un bulo sobre la Aemet difundido por él y su equipo
El president del Gobierno valenciano y miembros destacados de su Ejecutivo y del PP compartieron una grabación manipulada publicada por El Español que había sido amputada para que diera a entender que Aemet había dado una información errónea que minimizaba la peligrosidad de las lluvias. Este bulo se desmintió poco después cuando diferentes medios, entre ellos elDiario.es, publicaron la conversación de forma íntegra. En esa conversación completa, la técnico de Aemet decía claramente que lo peor del temporal llegaría entre las 3 y las 6 de la tarde, cuando Mazón estaba comiendo. La Fiscalía de Valencia ha abierto una investigación al apreciar un posible delito en la filtración del audio entre las dos funcionarias.
Colaboraba con la justicia, pero escondía vídeos
En marzo de 2025, Mazón aseguró estar “dando todas las facilidades para poder avanzar adecuadamente en esta fase de instrucción, que faltaría más”. La jueza pidió ese mismo mes a Emergencias todas las grabaciones que tuviera del Cecopi. Este departamento del Consell de Mazón aseguró que no había grabaciones y no aportó, por tanto, ninguna a la jueza.
Sin embargo, À Punt tenía un bruto con audio que no había entregado a la justicia tampoco, pese a la petición de la jueza. Lo emitió TVE y en él se escuchaba a Salomé Pradas dando órdenes sobre el mensaje. En ese vídeo también se ve a un cámara contratado por el gobierno de Mazón que grabó parte del Cecopi y cuyo material ha podido ser también reclamado por la magistrada. Forzados por las revelaciones periodísticas, finalmente los materiales han sido entregados.
Un entorno que le protege
No solo el president ha dicho falsedades, también su equipo más cercano ha trabajado para mantener la coartada o han defendido sus mentiras ante los periodistas o en los comunicados, al igual que sus consellers continúan sin hacer una mínima crítica o hacen, como Susana Camarero, una cerrada defensa. Su equipo de seguridad, con el que elDiario.es ha intentado contactar, también se ha mantenido en silencio y ha sido condecorado por la Generalitat precisamente por su actuación el día del Ventorro. Su partido, con Feijóo a la cabeza, no solo no lo ha desautorizado, sino que ha aplaudido a Mazón varias veces en público. Tampoco ningún funcionario o cargo del PP a los que llamó y o con los que habló ese día ha ‘traicionado’ a su president para que se conozca la verdad.
Pero Mazón no es el único responsable político que ha ocultado información o ha cambiado de versión en el gobierno de la Generalitat. También la exconsejera Salomé Pradas dijo no conocer el sistema Es Alert tras la tragedia y que todo lo decidieron los técnicos, ambos puntos desacreditados por los vídeos del Cecopi que han salido a la luz. Susana Camarero, vicepresidenta del Consell, responsable de las residencias de mayores y portavoz, también ocultó que había participado en la reunión de manera online y que se desconectó para irse a unos premios. Para justificarlo, dijo que en ese momento no se sabía que Forata iba a colapsar, un argumento que ha quedado desmentido por sus propios whatsapps que constan en la causa, así como por testigos que han declarado ante la jueza, como le rebatió en directo el periodista de elDiario.es Lucas Marco sin que Camarero supiera dar una réplica consistente que pudiera explicar el hilo de mentiras que se vienen contando desde hace 12 meses.
Sé el primero en comentar en «Mazón, mil y una mentiras sobre la dana para un año sin coartadaRaquel Ejeriqueon octubre 28, 2025 at 8:46 pm»