Tercera jornada de votación infructuosa en el nuevo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Los vocales que tomaron posesión el pasado 24 de julio siguen sin ponerse de acuerdo sobre quién debe dirigir el órgano de gobierno de los jueces, una elección que requiere el acuerdo de miembros de los dos sectores que conforman el pleno. Los consejeros han votado de nuevo este lunes sin que ninguno de los siete candidatos propuestos en un primer momento haya obtenido los 12 apoyos necesarios. Los diez progresistas han respaldado a la jueza del Tribunal Supremo Pilar Teso y los diez conservadores al también magistrado del Alto Tribunal Pablo Lucas. Han acordado que el pleno se reunirá de nuevo dentro de dos semanas, el 19 de agosto, para abordar otros asuntos urgentes. 

El resultado de la reunión evidencia que la primera gran tarea de los vocales, renovar la presidencia, provoca un desacuerdo total entre ambos bloques. El sector progresista aspira a que una mujer presida por primera vez el CGPJ. Pero los conservadores se niegan alegando que la candidata propuesta tras las respectivas cribas, Pilar Teso, reúne menos méritos que su candidato, Pablo Lucas, al que intentan hacer pasar por un perfil progresista y de consenso, algo con lo que no coinciden en el otro bloque. 

La presidencia del órgano es una figura clave en la institución. Además de ostentar también la presidencia del Supremo, el principal tribunal del país, tiene voto de calidad en las elecciones del CGPJ. Un aspecto que puede resultar clave en el actual mandato, en el que el acuerdo entre el Gobierno y el PP propició un reparto igualitario entre los dos sectores, con diez miembros cada uno a pesar de que la derecha no tiene ahora la mayoría en el Parlamento. En el anterior CGPJ, elegido en 2011 cuando el PP gobernaba con mayoría absoluta, resultaron elegidos 10 miembros conservadores, ocho progresistas, uno de CiU y otro del PNV. También se eligió a un presidente conservador, el magistrado del Supremo Carlos Lesmes. 

La primera consecuencia de esa cesión se vive en estos días del primer CGPJ, donde los dos bloques actúan de forma rocosa y se cierran a la propuesta del otro. Que ambos tengan diez vocales explica la importancia que conservadores y progresistas dan a hacer presidente a uno de los suyos y que éste pueda en el futuro, y a la espera de cambios en la ley, decantar los desencuentros con su voto de calidad. 

Leer más