La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, ha asegurado este martes en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados que su departamento está ya trabajando para reducir la dependencia militar de Israel, en una “europeización” de la tecnología militar, ante la previsible aprobación del plan del presidente de Gobierno de embargo de armas con el país.

Preguntada concretamente por el programa de misiles Spike LR2 –de la que es propietario la empresa israelí Rafael y su filial española y que iba a fabricar un conglomerado de la española Escribano, Tecnobit y FMG– ha respondido que “su sustitución está en marcha”, aunque no ha dado plazos concretos. Hace unas semanas, el Ministerio de Defensa anuló el anunció de la adjudicación, tal y como se publicó en la Plataforma de Contratación del Estado, después de haber sido contratada.

El contrato de compra fue adjudicado el 23 de noviembre de 2023 a PAP Tecnos, filial de la empresa estatal israelí Rafael Advanced Defense Systems, por un valor de alrededor de 285 millones de euros, y contemplaba un plazo de ejecución de 55 meses, es decir, hasta junio de 2026. El objeto de dicho contrato era el “suministro de 168 sistemas de misiles contra carro SPIKE LR2”. Actualmente, el Ejército de Tierra utiliza la versión anterior, Spike LR. Defensa había elegido un sistema de adjudicación de “negociado sin publicidad”, es decir, sin que concurrieran más empresas, al entender el departamento que era “la única empresa capacitada técnicamente para el desarrollo del proyecto desde el punto de vista técnico y se han negociado, mejoras de interés para la administración”, como se define en el pliego.

Ahora, según ha explicado Valcarce a preguntas del diputado del PP Pablo Pérez, en el cambio de fabricante que se está produciendo para conseguir estos misiles, utilizados para atacar tanques enemigos, “no hay absolutamente ningún riesgo para nuestra seguridad y defensa. Está dentro del plan de reconversión, vamos a sustituirlo con un nuevo sistema contracarro, en plazos similares, pero tiene que garantizar tecnología española, europea o de países socios o aliados”.

La secretaria de Estado, que no ha especificado con qué países se está trabajando ni en qué tiempos pese a la insistencia del diputado popular, ha remarcado que están “analizando los planes industriales que conlleva” y ha mostrado su confianza en la industria española.

Además de esta tecnología, España había adjudicado por 697 millones a empresas israelíes un importante programa de lanzacohetes, Silam, que estaba construyendo la española Escribano y que aparece también como un anuncio cancelado. Además, en abril de 2024 firmó la compra de designadores láser POD a la empresa pública israelí Rafael Advanced Defense Systems y que aparece anulado, así como un contrato de 12 millones de balas que tenía como destino el Ministerio de Interior y cuya revocación ha sido anunciada pero que no se ha materializado.

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